En mis años adolescentes me subí al microbus de regreso de la escuela. Iba en los asientos del frente mirando por la ventana cuando un chico comenzó a cantar tocando la guitarra para pedir unas monedas. Cantaba bien, y luego de un rato de escucharlo cantar me volteé para verlo, pero lo que vi alarmó:

Estaba tocando la guitarra muy cerca de una chica en uniforme escolar que iba sentada, haciéndola visiblemente incómoda. Y no sólo eso! La miraba descaradamente y le cantaba:

“Te quero tanto tanto tanto tanto, cada día un poco maaaaaaas”,

La chica movía los pies de nervios y miraba por la ventana, evitando los avances del chico, pero esto sólo parecía incitarlo más, redoblando su apuesta romántica. Vi al resto de los pasajeros en la indiferencia o en el estupor cotidiano.

Apreté los puños, esperando al momento en que inevitablemente el chico pasaría de la raya, tocándola o diciendo algo inapropiado, pero el momento no llegó. El chico terminó su canción y pasó a recolectar monedas. Inmediatamente la chica se escabulló y bajó rápidamente del micro, el chico volteó y vio su huida, y fue tras de ella.

Ese era el momento! Me paré y corrí a detenerlo, pero me ganó bajándose del micro y yo tras de él, pero lo que vi me dejó con un pie al aire y el otro en el barandal: el chico llegó por detrás, tomándola de los hombros, ella volteó y lo empujó, pero juguetonamente, riéndose. Él la tomó de la cintura y le dio un beso. Ella la tomó de la cintura y él puso su brazo sobre su hombro, y se marcharon caminando abrazados.

Quedé estupefacto, no entendí cómo la pudo conquistar mediante ese descarado acoso. El microbus arrancó y subí a sentarme, confundido. Me tomó unos minutos entenderlo:

Eran novios!

Subieron juntos al microbus. No lo vi, pero daba igual, no lo hubiera notado. A la chica le daba pena que su novio cantara en el transporte público. Probablemente no se dedicaba a ello, sólo era un chico romántico molestón con su novia. Ella aguantó la vergüenza todo lo que pudo, luego intentó escaparse, y él salió tras de ella. Estaban jugando!