Llegué en la bici a casa de Moni y George desde el yoga. Cuando entré, me sorprendí de encontrarlos en casa. Moni estaba en la cocina y George arriba, trabajando. Me preocupé porque la casa estaba un poco tirada.
"Hola! Qué pasó? Pensé que llegaban mañana!", le dije a Moni. "Sí, pero se adelantó el vuelo, y George decidió mejor venirse conmigo", me contestó Moni. "Uy, perdón que encontraron la casa tirada, pensaba arreglar mañana temprano", contesté.
Moni hizo cara de asquito, "Wey no manches los pelos que dejaste en el lavabo del baño... Mira estos trastes... y estas playeras qué hacen aquí..." "Ay Moni perdón, me agarraron en curva". "¿Sabes qué dijo George?" --"¿Qué?"
Moni dijo un comentario que entendí como sarcasmo, pero no lo entendí bien. Le pedí que lo repitiera. De nuevo no lo entendí, pero por las palabras y porque venía de George sentí horrible.
"No pues si hice tan mal tal vez es mejor que me regrese mañana a Puebla", dije, mirando al piso. "No se trata de eso..." respondió Moni.
Me tire al piso he hice un falsi-berriche pataleando y llorando "Dejé la casa de mis amigos tirada y ya no me quieren, ya me voy". Nos reímos, me levanté y dije "esto fue de broma pero ahora que lo actúo veo que es exactamente lo que estoy haciendo". --"Exactamente Markako".
No quería arreglar el desmadre en ese momento porque se me iba a pasar la hora que iban las viejas buenas al gym, pero sopese la gravedad del asunto y decidí que no había forma de irme antes de arreglar mi desmadre.
Bajé al sótano y estaba todo hecho un desmadre. Agarré mi mochila para subirla, pero comenzó a gotear un líquido negro. Recordé que había guardado líquido que sobró para teñir ropa, y ahora estaban cayendo gotas gruesas sobre la alfombra que era blanca. "Mierda!", pensé, y corrí al lavabo pero estaba lleno de trastes sucios, corrí a una estantería llena de cachivaches desordenados, corrí de nuevo y me tropecé con un baúl, tirando aún más cosas en el piso y llenando todo de líquido negro.
En ese momento desperté.