Estaba en una fiesta y había un chavo muy conocido por ser muy buen programador, pero parecía derrotado y aburrido. Me acerqué a charlar con él y le dije: "me parece muy curioso que siendo uno de los mejores programadores estés en buena forma física, es muy raro que alguien tan mental también le preste atención a su cuerpo". Al chavo se le iluminó el rostro y me agradeció mucho las palabras, dijo que él veía la salud mental y la física como uno mismo y nos caímos muy bien